“...A mí me cuesta ser cariñoso, inclusive en la vida amorosa. Siempre doy
menos de lo que tengo. Mi estilo de querer es ése, un poco reticente,
reservando el máximo sólo para las grandes ocasiones. De modo que si
siempre estuviera expresando el máximo ¿qué dejaría para esos momentos
(hay cuatro o cinco en cada vida, en cada individuo) en que uno
debe apelar al corazón en pleno? También siento un leve resquemor frente
a lo cursi, y a mí lo cursi me parece justamente eso: andar siempre con
el corazón en la mano...”
Mario Benedetti
No hay comentarios:
Publicar un comentario