La rapidez... el estrés, la misma fragilidad e ímpetu de los sentimientos... todo tan veloz, fugaz... me paraliza, el tiempo no me ha esperado, no juega a mi favor...
En las tardes cuando llego a casa y abandono el ritmo apresurado de la vida, vuelve a mí el recuerdo... y es ahí cuando la vulnerabilidad se apodera de mí...
Cada vez que siento que ya está superado y todo marcha bien... aterrizo, aterrizo y me siento absurda... no sé a quién pretendo engañar... seguramente es a mí misma.
No entiendo cómo creí, cómo la insensatez se apoderó de mí... como me cegué por la falsedad...
No quiero más palabras... sólo quiero cerrar el ciclo y volver a creer, pero esta vez... creer en algo verdadero.
(La letra del tema no tiene mucho que ver con lo que escribí, pero la estaba escuchando y de pronto esto fue brotando en mis pensamientos hasta que tuve que bosquejarlo, casi siempre me pasa eso...)
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